La confusión en torno al feminismo: ¿qué decir, qué hacer?

Gibran Rodríguez

Escrito por

Gibran Rodríguez



La confusión en torno al feminismo: ¿qué decir, qué hacer?

Feminismo


Equidad de género

11 de febrero del 2018


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Pocas palabras pueden hacer estremecer tanto a algunas personas como el término feminismo. Genera miradas curiosas, muecas de disgusto y gestos de desaprobación. Para muchos(as), las mujeres (y hombres) feministas parecen querer destruir el orden social que hemos mantenido intacto por tantos años, aquel en el que el hombre lleva la batuta del mundo, para invertirlo y poner en ese lugar a la mujer. Las(os) feministas, bajo esta premisa, parecen expresar un intenso odio, un rechazo fundamental hacia lo masculino. No es de extrañar que las personas que comprenden el "feminismo" desde está visión aseveren cosas como "yo no soy feminista porque respeto a todas las personas sin importar su género", "no soy feminista porque yo no soy una víctima" o "no soy feminista porque no necesito satanizar a los hombres." Si no crees esto, sólo revisa esta nota del célebre sitio Buzzfeed .

Estas declaraciones pueden generar frustración en las personas que abrazan la ideología feminista y que la convierten en uno de los ejes centrales de su vida. En respuesta, las(os) feministas (incluyéndome como aprendiz) parecen llegar a una conclusión unánime: esta gente NO sabe lo que es feminismo. La frustración muchas veces genera agresión y críticas de unos(as) contra otros(as); así, el debate se torna álgido y muchas veces no lleva a ningún lado. Yo he caído en la tentación de criticar duramente a estas personas y en ocasiones, he emitido comentarios hirientes. Pero hoy en día he caído en cuenta que tratar de influenciar a las personas en medio de una discusión acalorada puede resultar tan difícil como acercar dos imanes por el mismo polo.

La cuestión es que, por una parte, las personas en general parecen confundir lo que es feminismo (lo cual podríamos traducir como la lucha por la equidad de género) con el hembrismo (que implicaría más bien la supremacía de lo femenino sobre lo masculino). Esto puede llegar a tocar fibras muy sensibles de las(os) feministas, pues en ocasiones resulta en comentarios negativos e injurias hacia aquellos que no comprenden esta diferencia, denotando la gran frustración que este error puede generar. Por tanto, considero importante primeramente definir de modo general qué es el feminismo y en segundo lugar, ofrecer algunas ideas en torno a cómo algunos(as) feministas reaccionamos ante el desconocimiento de lo que el feminismo implica, y qué podríamos hacer diferente.

¿Qué es el feminismo y por qué la gente lo confunde con el hembrismo?

En nuestra época contemporánea existe una pluralidad de definiciones sobre lo que es feminismo, correctas e incorrectas. Hay quienes hablan de feminismos (plural) para explicar que hay maneras convergentes y divergentes de conceptualizar este término. Como regla general, es necesario señalar la relación intrínseca entre el feminismo y la equidad de género. Sin lugar a dudas, la mujer en nuestra sociedad sigue siendo devaluada, privada de su libertad para decidir por cuenta propia y negada de las mismas oportunidades que los hombres. Lo masculino se sigue enalteciendo como símbolo de supremacía y lo femenino se utiliza como señal de debilidad o dependencia. Los roles masculinos y femeninos que se difunden en los medios de comunicación son casi siempre los mismos: el varón u hombre como un líder, el proveedor, el jefe, la cabeza de familia, el que tiene el poder, y la mujer como la sumisa, la que su valía es directamente proporcional a su atractivo físico o sus habilidades domésticas.

En este sentido, sí, el feminismo es lucha: lucha por que la mujer alcance las mismas oportunidades que el hombre, que son suyas por naturaleza, pero negadas por la sociedad y nuestra cultura. Es generar un contexto social en donde la mujer pueda tomar sus decisiones de manera libre, sin la opresión de los estándares sociales ligados a "cómo se concibe a una mujer."

Pero existen muchas "definiciones" allá afuera que pueden o no seguir esta regla, y la gente tiende a tomar aquella que esté más a su alcance, que les haga más sentido o se acomode mejor a su propia experiencia. Así, esta definición termina por ser utilizada indiscriminadamente. Es por ello que si las personas escuchan de alguien más (alguna persona significativa) que el feminismo implica la sobrevaloración de lo femenino como masculino (i.e., hembrismo), generarán alguna actitud negativa ante éste y responderán cosas como "yo no necesito el feminismo porque X o Y." Tal vez en la cabeza de muchos individuos, feminismo podría significar esto porque suena como "machismo", y si invertimos su definición, suena lógico que el feminismo sería "la mujer arriba, el hombre abajo."

¡Si tan sólo nos diéramos cuenta de que hay quienes adoptan la equidad de género pero rechazan el feminismo, al definir este último como la supremacía de la mujer sobre el hombre! Somos aliados(as) y no lo sabemos... Aunque muchas(os) podamos alegar que el feminismo posee un componente inherente de equidad de género, para algunas personas esto puede no ser tan obvio. Por ello, me pregunto, ¿cómo responder ante estas personas?

Para las(os) feministas, ¿cómo responder?

Hay que dejar algo bien en claro: mi tarea no es juzgar, sino difundir información sólida y educar. Sabiendo que mucha gente puede concebir el feminismo de una manera equivocada, podemos poner esto en contexto y darnos cuenta que es común que suceda por el ambiente social represor en el que vivimos, y así ser más tolerantes. Se trata de tolerar que la gente confunda definiciones y explicarles de la manera más simple por qué el feminismo es tan algo tan importante como el NO ser racista.

Por algún tiempo me he preguntado si sería más aceptable utilizar el término equidad de género en lugar de feminismo, pues tal vez lograríamos que muchas más personas se interesaran en el tema. Pero comprendo también que el uso del término feminismo revela una rica herencia histórica, un homenaje a aquellas personas que comenzaron la lucha por otorgarle derechos a la mujer, derechos que le han sido arrebatados. Por ello, si tratamos de explicarles a las personas por qué se utiliza este término y qué significa, aclarando pacíficamente que se puede confundir con el inverso del machismo, es probable que mucha más gente comprenda esta lucha y se reduzcan el número de personas que nos denominan, entre otras cosas, como feminazis.

También podemos señalar los beneficios de una sociedad en donde el feminismo impere y se alcance la equidad de género. Una sociedad en donde tanto mujeres como hombres puedan elegir roles, comportamientos y actitudes que antaño se consideraban exclusivos de un género específico, sin ser señalados, ridiculizados o estigmatizados. Una cultura que asigne los mismos derechos y oportunidades a hombres y mujeres. Hombres que puedan mostrar sus emociones, elegir ser amos de casa y ser sensibles sin que su hombría sea puesta en tela de juicio, y mujeres que puedan ser líderes políticos, sociales o empresariales, mostrarse fuertes y determinadas sin ser consideradas una amenaza. Una sociedad donde la gente decide cómo y quién quiere ser, sin tantas ataduras.

Entonces, ¿qué se concluye?

El núcleo del feminismo, a mi parecer, se centra en la libertad de decisión y la posibilidad de ejercerla, fuera de lo que la sociedad dicta de qué es ser hombre y qué es ser mujer. Esto quiere decir que el feminismo es la búsqueda de la equidad de género, mismas oportunidades y derechos para hombres y para mujeres, en términos muy generales. Pero el cambio social requiere tiempo y nosotras(os), los que nos hacemos llamar feministas, debemos seguir luchando, pero sin violencia, con argumentos serenos y predicando con el ejemplo.

Y para ello, a las(os) feministas, nos tocaría educar, pero desde una postura pacífica, tolerante del proceso de cambio de cada una de las personas, tratando de comprender que puede ser una transformación lenta, pero que lo estamos logrando. Evitando términos despectivos para designar a quien batalla para comprender qué es feminismo, pero sin mantenernos calladas(os) al ver alguna injusticia. Crear el contexto para la igualdad entre el hombre y la mujer, y al mismo tiempo fomentar la libre toma de decisiones, sin hacerle daño a nadie.

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