Escrito por
La adultez temprana se refiere al periodo de tiempo que cubre desde el final de la adolescencia hasta la edad cercana a climaterio. Calculamos cronológicamente que se refiere a un periodo de los 20 a los 40 años de edad. En esta fase, hablamos de un desarrollo y vivencia específica de la sexualidad. La sexualidad como dimensión del ser humano, es siempre dinámica y fluctuante tanto como nuestro propio cuerpo y nuestra vida.
Siempre existen variaciones y diversas vivencias en el desarrollo sexual de las personas según su experiencia de vida y contexto. Aún con esta aclaración, se reconocen las siguientes generalidades para el sujeto en la adultez temprana:
Género: En esta etapa -particular por la cantidad y calidad de decisiones de vida que so toman a partir del género- la identidad de género suele estar ya está claramente definida. En esta etapa la elección vocacional se vuelve sumamente relevante, en especial para las mujeres. Tomar la decisión de estudiar, trabajar, quedarse en casa, cuidar hijos, o hacer todo es crítico para el desarrollo del rol de género, la identidad de género y el plan de vida. Para el hombre cis-género, en nuestra sociedad (que no reparte equitativamente la tarea de la crianza), la meta suele ser convertirse en económicamente productivo. En general, aunque es una etapa de mucha tensión, suele ser disfrutable por los logros conseguidos. La revisón del género y el rol que haga el sujeto será determinante para las relaciones que establezca y su autoestima.
Hay personas que es hasta esta edad en la que comienzan a cuestionar su rol de género o la identidad de género adoptada. Aún cuando es raro que en esta edad inicie una disforia corporal o de género, hay personas que siguen en el proceso de una definición de género. Igualmente, en esta edad puede haber muchos cuestionamientos internos sobre cómo impacta su identidad de género en su experiencia de vida. Esto puede permitir que se replanteen sino identidades completas, sí roles, conductas o actitudes atribuídas.
Lo más común es que en esta edad, la identidad de género se tenga clara psiquíca y afectivamente. Que se empiecen a establecer relaciones a partir de dichas identificaciones y que se vayan buscando los logros de dichas identidades.
Erotismo: Es esta fase un adulto sano cuenta con muchos más recursos para experimentar un desarrollo erótico completo. Cuentan con capacidad para intimar, vivir -con derecho- la respuesta sexual, comunicar sus deseos, conocer su cuerpo y hablar de lo que sienten. En general ya son responsables de su cuerpo y -se esperaría- del de su pareja. Pueden tener conductas autoeróticas y/o relaciones sexuales. Pueden convertir el encuentro erótico en oportunidad de crecimiento personal.
Esta fase también es distinguida por la presencia de disfunciones sexuales (26-40 años) las cuales usualmente están asociadas a factores psicológicos y de aprendizaje así como a depresión y angustia. La gran mayoría de los disfunciones sexuales se asocian a ignorancia, falta de autoestima o problemas de ansiedad. Así también a culpas religiosas o culturales. Es común que el erotismo se dificulte en personas que han padecido una educación sexual restrictiva y castigadora, así como en las personas sexistas que tienen expectativas específicas y desinformadas del erotismo individual o en pareja.
Quien ha logrado consolidar un erotismo maduro libre de culpa y con absoluta responsabilidad, se encuentra en el punto de vida de exploración y disfrute.
El erotismo es fuertemente afectado por el género. El simple hecho de un embarazo y las implicaciones, -así como otros muchos factores- tienden a hacer del erotismo un riesgo particular para la mujer. Tener seguridad y claridad del plan de vida y la responsabilidad sobre el ejercicio sexual y erótico, es importante para la mujer así como para su pareja. Igualmente, en caso de los hombres, superar las demandas de género sobre su respuesta sexual es importante para lograr un erotismo sano.
Vínculos afectivos: En nuestra sociedad, ésta es la etapa en la que se suele - muchas veces tiene- que decidir establecer un relación formal y legítima. En algunos contextos hay versiones romáticas, en otros, intereses particulares. Si la relación es insatisfactoria se puede disolver y si no, suele institucionalizarse en el matrimonio. Aunque jamás podremos generalizar los matrimonios es cuando se solidifica una relación y pasa a ser un vínculo que se presume eterno -para siempre. En esta eternidad, suele desaparecer el enamoramiento pero el amor morfa y madura. Cambia y evoluacionan las relaciones así como los afectos pues éstos siempre le pertenecen a sujetos dinámicos que también siguen madurando en todas sus dimensiones.
Igualmente las amistades en esta fase de vida son positivas -y necesarias diría yo- pues favorecen la diversidad de experiencias y percepciones. Por el ritmo de vida, es poco común que un adulto pueda estar conociendo gente diversa, por tal es importante que se permitan vínculos de todas las variables que se puedan. La vinculación social es parte de la salud y el bienestar gobal de un sujeto. Una red social de apoyo puede hacer vidas distintas y siempre la convivencia social es la que nos permite mayor conocimiento al empatizar con distintas expriencias de vida.
Existe el lado obscuro de los vínculos afectivos; Los celos, el odio, el resentimiento, el rechazo, la discriminación, la violencia, el abuso- son tan determinantes para los sujetos como las vivencias vinculares positivas. En esta edad, asumiendo una madurez regular, es resposablidad de cada individuo tener y fomentar relaciones que le sean positivas y de crecimiento. Así como hacer adaptaciones según sus aprendizajes. Recordemos que hablamos de vínculos y que por tal, son dos individualidades -dos sujetes responsables- que participan en la relación.
Reproductividad: Es en esta edad donde -si sea desea- se tienen hijxs. Dependiendo de las concepciones acerca del deseo y planeamiento de vida, concebir o criar un hijx se puede vivir como algo muy positivo o negativo. Las mujeres suelen tener que comprometer sus carreras para asegurar el cuidado del hijx -ya sea por convicción u obligación. Por el lado de los hombres, suelen tener como responsabilidad -y demanda social- la estabilidad económica. Es indispensable que los roles de género no funcionen como una limitación para ninguna persona y de ser necesario sean cuestionados -o destruídos.
El la relación que sea, así como para quien decida ejercer su potencial reproductivo en lo invididual, debe hacerlo con consciencia, responsabilidad y amor. En las parejas heteronormadas, es necesario que ambos actúen en la educación pues se necesita de ambos -por no decir de todos- para criar niñxs. Puede haber conflictos con las decisiones y los estilos de crianza pero si hay buena comunicación se llegan a acuerdos.
En esta edad se busca -para quien así lo decidió- el desarrollo de su reproductividad a través de crianzas positivas -maternidades/paternidades que nutran al sujeto tanto como a los hijxs. El disfrute de este potencial sexual tiene muchos niveles de registro que es vano escribir, pero que tiene que serlo pues es la única razón por la que "seguimos existiendo".
Es común que la potencialidad reproducitiva no quiera o no pueda ser expresada. Esta fase de vida es determinante el deseo. Si el deseo de reproductividad biológico no puede ser solidificado, hay una crisis de vida. La infertilidad es un problema que tiene un impacto a través de todas las dimensiones del individuo. Siempre lidiar con limitaciones biológicas (físicas y/u orgánicas) representará una crisis a enfrentar.
En general esta fase presenta muchos retos, importantes decisiones de vida y bastos conflictos, sin embargo, me atrevo a decir -con toda la subjetividad que mis casi 30 impliquen- que de los 20 a los 40, es la vida. La vida que te estuviste preparando para lograr así como en la que te preparas para lo que quieres ser, mientras eres. Esta fase es la que consolida lo que intentábamos ser conjugando lo que somos con lo que seremos.
comentarios