Spirituality through a critical lens
Spiritually ambivalent therapist: Spirituality through a critical lens. In this new column, José Luis Leal shares his intention to reflect upon spirituality’s dangers, depths an
11 de abril
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No es novedad alguna que la sexualidad y más específicamente el sexo (Entiéndase, el coito)está encerrado entre mitos y mentiras. Existen un sinfín de mitos que han se han instaurado o asentado como creencias en la sociedad mexicana y que permean hasta las conductas.
Si algún día me diera a la tarea de escribir los mil y un mitos que he escuchado, creo que podría escribir un libro. Empero, hay unos más frecuentes y que se perpetúan a pesar de toda la información disponible en el tema. Hice mi selección y los trabajo a continuación.
Aquí enlisto tan sólo 4 de ellos e intento desmitificarlos
1. La mujer requiere de penetración para llegar al orgasmo.
Contrario a lo que suele pensarse, es realmente la estimulación del clítoris, la que se vuelve relevante para alcanzar el orgasmo (en la gran mayoría de las mujeres). Incluso se debate que el orgasmo vaginal o con penetración solo es logrado debido a que también se estimula el clítoris por el hueso pubiano. En conclusión, no. La mujer (promedio) no requiere de la penetración para el orgasmo. Igualmente, también existe la creencia que entre más adentro o más intensa la penetración, mejor orgasmo, cuando la verdad de las cosas es que si la penetración es muy profunda, pueda llegar a pegar en el cuello del cerviz y generar dolor.
De pasada aclaro que el tamaño del pene es poco relevante pues la vagina mide de 8 a 12cm. Ahora, esto no quiere decir que un micropene (Sí, este es un concepto clínico para penes menores a 7cm en erección) sería suficiente. Evidentemente, el tamaño es relevante hasta ser "suficientemente largo y ancho" para la pareja, sin embargo, el pene promedio (15cm para mexicanos) es suficiente.
2. Tener relaciones sexuales con alguien del mismo sexo/género es igual a ser homosexual.
La homosexualidad no es un acto, una conducta o unos cuantos eventos. La homosexualidad es una orientación sexual y ésta se refiere a "la organización específica del erotismo y/o vínculo emocional de un individuo en relación al género de la pareja involucrada en la actividad sexual." En otras palabras solo existe la homosexualidad cuando el placer sexual, el erotismo, las fantasías, así como el amor, el interés de relacionarse y de vincularse están depositados en alguien del mismo género. En otras palabras, "cocinar una o dos veces no te hace chef". Es necesario que exista el interés en establecer vínculos amorosos o afectivos y no basta con el comportamiento.
De pasada aquí agrego que no todas las personas que se identifican como homosexuales sufrieron abuso sexual en su infancia. En efecto, habrá víctimas de abuso que posteriormente se identifiquen como homosexuales, pero en ningún momento es efecto del abuso sexual. Imaginen entonces ¿Cúantas lesbianas habría? si hablamos de que en México se reportan 14,000 casos de violación de mujeres al año.
3. Lxs homosexuales son promiscuos y siempre quieren ligarse a heterosexuales.
Las personas homosexuales, tal como los heterosexuales, tienen ciertas preferencias. Es decir, así como a un hombre heterosexual le gustan chaparritas y a otro güeras, en la homosexualidad aplica el mismo principio. Se piensa que por el simple hecho de ser lesbiana quieres con todas las mujeres o por ser gay quieres con todos los hombres y evidentemente no es al caso. Sería como implicar que por ser mujer heterosexual me gustan todos los hombres o en el caso de un hombre heterosexual le gustan todas las mujeres.
Igualmente se piensa que son promiscuos. La promiscuidad (un mayor número de parejas sexuales) sí se puede observar en el caso de los homosexuales hombres. Empero, esto se debe en gran parte a que, homosexuales o no, el nivel de testosterona en los hombres es más elevado y buscarán más sexo. Así, en la relación homosexuales (dos hombres), es más viable que aumente la frecuencia del encuentro sexual.
4. La impotencia en los hombres implica un pérdida en la virilidad así como infertilidad.
Para empezar, la impotencia como concepto, ya no se utiliza y ahora más bien hablamos de disfunción eréctil. Segundo, la virilidad refiere a la masculinidad. Así, Ningún hombre se hace menos masculino por problemas de erección. Esta concepción tiene mucho más que ver con la concepción social y machista de "los hombres de verdad" y entonces la vivencia psicológica de los hombres que experimentan problemas de erección.
Igualmente la disfunción eréctil solo implica la imposibilidad de alcanzar o mantener una erección. En otras palabras la fertilidad radica en los espermatozoides y no en las erecciones. Claro que es mucho más difícil lograr embarazar a alguien per medio del acto sexual (penetración y eyaculación en la vagina) cuando no hay erección, pero no quiere decir que el hombre que padece de impotencia no podrá tener hijos nunca.
Como mencioné al inicio, los mitos son infinitos y está más allá de mi, desmitificarlos todos. Empero, creo que lo que hay que destacar es como nosotros mismos como sociedad determinamos condiciones de minusvalía, de discriminación y de machismo que se vuelven contraproducentes para todos nosotros. Hagamos conciencia de las ideas que tenemos, cuestionémonos de dónde vienen nuestras ideas y si están fundamentadas y en caso de que no podamos contestarnos, pregunten a especialistas.
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11 de abril
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